QUIERO SER FELIZ EN MI MATRIMONIO

Ser padre o madre es una tarea difícil de asumir, por eso, necesitamos estar preparados .

¿Cómo mantener un buen matrimonio?

Hay que tener en cuenta los siguientes factores:

a. LA PAREJA COMO SISTEMA. Cuando los problemas estudiados se refieren a la pareja, los conflictos se analizan con mayor finura. Las conductas de los cónyuges en el matrimonio responden tanto a objetivos manifiestos como encubiertos. La conducta no ocurre en un vacío, sino con relación a otras personas, cosas o situaciones. Es más, a medida que las personas experimentan cambios de conducta, estos cambios tienden a tener repercusiones en el sistema de la pareja.

b. TASA DE REFUERZO/CASTIGO. La gente constituye una pareja y permanecen en ella sólo si esa relación es suficientemente satisfactoria. Desde este punto de vista, el conflicto de pareja remite a las tasas de refuerzo y de castigo existentes en una determinada relación. Quizá sea más apropiado denominar "satisfacción" al refuerzo/premio e "insatisfacción" al castigo/coste, de este modo, la teoría del intercambio social postula como premisa que las personas buscan aumentar la satisfacción y reducir la insatisfacción.
Ambos quieren obtener el máximo de satisfacción con el mínimo de costes. Y es evidente que, si el proceso de intercambios acaba por implicar un gran coste personal, la provisión de refuerzos al cónyuge va a ser algo poco espontáneo y hecho con desgano o desenfado.
El conflicto de pareja pueda ser resultante de cualquiera de estos tres factores:
  •     Tasa de refuerzos baja.
  •     Tasa de castigos alta.
  •     Tasa de refuerzos baja y tasa de castigos alta.

c. RECIPROCIDAD. Se refiere a la tasa de refuerzo que uno recibe con respecto a la que uno emite en la relación de pareja, tanto desde una perspectiva actual como desde una perspectiva a largo plazo.
Son varios los factores de reciprocidad. En primer lugar, la norma de reciprocidad predice que uno va a recibir lo que va a dar. Las parejas en conflicto reaccionan de forma más impulsiva a los comentarios y conductas del otro cónyuge que las parejas bien asentidas. En segundo lugar surge con más frecuencia en el área de las interacciones negativas, donde el castigo recíproco es una forma de control de la conducta. En tercer lugar, cuando se seleccionan días aislados, los miembros de las parejas tienden a intercambiarse tasas muy similares de refuerzos y de castigos.
Las parejas en conflicto, sin embargo, no han desarrollado la confianza recíproca necesaria para relacionarse con tanta afectividad como las parejas que tienen una historia de "ingresos" positivos realizados repetidamente.

d. HABILIDADES DE COMUNICACIÓN. El problema más frecuente citado por las parejas en conflicto es el fallo de comunicarse. Este problema enturbia las relaciones de las parejas mal avenidas y complica el desarrollo de las dificultades que ya se han experimentado. Las parejas en conflicto emiten una frecuencia mayor de conductas negativas que las parejas bien avenidas. Gottman y sus colaboradores han desarrollado, una serie de investigaciones observacionales sobre el proceso de comunicación de la pareja:
Cuando llevan a cabo tareas de conversación, muestran más conductas no verbales negativas que las parejas bien avenidas.
Una conducta negativa de A tiende a provocar una conducta negativa de B, en el caso de las parejas en conflicto.
Las parejas en conflicto y las bien avenidas difieren en el modo en que plantean la solución de los problemas suscitados.
Las parejas en conflicto y las bien avenidas no difieren en la "intención" de los mensajes, es igualmente positiva. Sin embargo, los mensajes recibidos por los cónyuges en conflicto son valorados de forma menos positiva que los mensajes recibidos en las parejas bien avenidas. Comentarios mal interpretados.

e. HABILIDADES DE SOLUCIÓN DE PROBLEMAS: Las habilidades de comunicación constituyen una variable crítica que diferencia a las parejas bien avenidas de las parejas en conflicto. El conflicto es una resultante ineludible de la convivencia en común. De ahí que las parejas en lugar de tratar de ignorar los conflicto, deben desarrollar vías aceptables de hacer frente a las discusiones y de solucionar los conflictos planteados.
Hay ocasiones, por desgracia, en que un miembro de la pareja desea cambiar unilateralmente las reglas de juego del matrimonio o que los dos miembros de la pareja no consiguen ponerse de acuerdo en cuanto a los procedimientos de cambio. En estas circunstancias se requieren las habilidades de solución de problemas y de afrontamiento de conflictos.
Las habilidades de solución de problemas (proceso que la pareja asume conjuntamente para resolver los conflictos planteados y llegar a acuerdos explícitos) son justamente, el medio de conseguir tales objetivos.

f.  FACTORES COGNITIVOS: Los factores cognitivos están asumiendo un protagonismo cada vez mayor en la conceptualización de la dinámica de la pareja y del cambio de relación. Las personas se integran en el matrimonio con un conjunto de expectativas, creencias y fantasías en relación con el papel de su cónyuge y el suyo propio en la relación. Muchas de estas expectativas son poco realistas y contribuyen a generar diferentes grados de frustración, recelo y hostilidad.
De entre las diversas teorías cognitivas que se han propuesto para explicar el conflicto de pareja, los modelos atribucionales han recibido una atención considerable.

g. MODELOS ATRIBUCIONALES: La hipótesis fundamental subyacente a estos modelos es que las inferencias causales que los cónyuges establecen a partir de la observación de la conducta de sus parejas influyen de forma muy poderosa en la satisfacción propia experimentada en la relación. Jacobson, ha encontrado que las parejas en conflicto atribuyen las conductas negativas y egoístas del otro cónyuge a factores internos, lo que lleva consigo un impacto terriblemente negativo en el receptor de las mismas. Por el contrario, las parejas bien avenidas tienden a atribuir a factores internos las conductas positivas y reforzantes de sus cónyuges.
Las parejas en conflicto realzan las conductas negativas de cada uno de sus componentes y restan importancia a las positivas; las parejas bien avenidas, en cambio, realzan las conductas positivas y quitan valor a las conductas negativas que puedan haber ocurrido.
Un factor cognitivo claramente significativo en el modelo conceptual que se ha presentado se relaciona con la valoración de costes-beneficios que hacen los componentes de la pareja con respecto a otras relaciones que tienen disponibles en su medio.
Lo cierto es, en cualquier caso, que las personas comparan, a nivel cognitivo, los resultados de una relación con los esperados de otra y que el balance de esta comparación condiciona el grado de entrega a su matrimonio actual.

Los mecanismos cognitivos influyen decisivamente sobre la pareja y sobre otras alternativas posibles de relación.

1 comentario:

Rossie - Amor dijo...

Hola:
Me encanto esta frase: “Los mecanismos cognitivos influyen decisivamente sobre la pareja”
Para mi el ♥Amor es como un jardín hay que cuidarlo, regarlo, abonarlo etc., para mantenerlo en optimas condiciones. Si al jardín le aparece una plaga salimos corriendo a comprar y aplicar el remedio para que florezca y este bello ese jardín (lease conyuge)
No dejemos pasar las desavenencias (plagas) para otro dia y seamos mas tolerantes.
Para que el ♥AMOR florezca + TOLERANCIA
Gracias por tan buen artículo y acertado a la vez, se que va a ser de mucha ayuda a los que lo leemos y sobre todo para ponerlo en practica en la vida de parejas.
Exitos…